La Foto de la semana 05-04-2015: "Indigencia"

    Fotografía: Edurne Iza (Datos de disparo: f/5.0;ISO 100; 170 mm)


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La Foto de la semana 29-03-2015: "Y girarán y girarán..."

El cielo oscureció en apenas unos segundos. Era como si la noche hubiera inundado cada centímetro del lugar. Nunca pensó que la maldición fuera a cumplirse y mucho menos que sus efectos se notaran tan rápido. Se sentía culpable de aquel desastre. Si tan sólo hubiera accedido a los deseos de Lamaz... Pero no, había tenido que dejar que su orgullo de campesino, como le recriminaba su padre, prevaleciera por encima de la sensatez.
¿Pero era acaso sensato aceptar los designios de un futuro injusto?. Primero sería la boda ¿Y luego?. Si claudicaba la primera vez, sería como una hoja al viento de los caprichos del malvado conde. 
Lamaz tenía una hija tan fea y monstruosa como negra era su alma. La muchacha se había enamorado de Mertel, el apuesto hijo del molinero y su padre estaba dispuesto a satisfacer el antojo de su niña a cualquier precio. Así que amenazó a Mertel con sumir la aldea en una noche eterna y hacer soplar el viento de forma tan constante e intensa que las aspas del molino rotaran a mucha velocidad y no se detuvieran jamás, lo cual haría imposible su uso y llevaría a la ruina a Mertel y su padre. Mientras movía las manos de forma frenética dibujando círculos en el aire Lamaz pronunció su conjuro: la oscuridad caerá sobre la aldea y las aspas de tu molino girarán y girarán hasta que decidas pedir la mano de mi hija... o morir. 
Cuando Mertel comprobó que no eran vanas las amenazas proferidas, comprendió que no podía poner en riesgo la vida de su padre ni del resto de habitantes de la aldea así que se dirigió al palacio de Lamaz y solicitó audiencia. El conde complacido le atendió de inmediato y Mertel accedió a casarse con su hija. Lamaz no quería correr el riesgo de que el joven cambiara de opinión así que mandó llamar al obispo para que improvisara un ceremonia de forma inmediata. Apenas un par de horas después los muchachos estaban casados, el viento cesó de soplar y el sol brilló de nuevo sobre la aldea. Mertel pidió permiso para despedirse de su padre. Al llegar al molino, ató una cuerda de la zona más elevada de las aspas, puso en funcionamiento la rueca, pasó la cuerda alrededor de su cuello y dejó que el movimiento lento de las aspas lo alzara durante varios minutos, la falta de oxígeno le hizo enrojecer, patalear, tambalearse con movimientos espasmódicos y finalmente expirar. Mertel liberó a la aldea de la maldición y acto seguido liberó su propia alma. Podrás dominar mi orgullo en esta vida, pero atrévete a seguirme a la siguiente, pensó mientras el último soplo de vida se extinguía de su cuerpo.


Fotografía: Edurne Iza (Datos de disparo: f/4.0 ; 1/500 ; 400 ISO)
Texto: Onintza Otamendi Iza

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La Foto de la Semana 22-03-2015: "La era de la manzana"

Dicen que Adán mordió la manzana por culpa de Eva. Ambos cometieron un pecado imperdonable y todos los demás fuimos castigados por siempre jamás. Una versión algo resumida, pero estoy segura de que reconocéis la historia. Sin embargo, siglos después del desdichado evento, una gran parte de la población nos volvemos locos por morder la manzana. Arrastrados por el lenguaje i nos seduce disfrutar de tan maravillosas prestaciones. iPod, iPad, iMac, iPhone... Y lo único que tiene de pecado son los euros que se gastan en adquirir los preciados equipos. En breve saldrá al mercado el Apple Watch, el último desarrollo de los ingenieros manzaniles, y ya son miles los que se afilan los dientes y preparan la cartera para adquirir el suyo. 
Así que pensándolo bien, estoy algo confundida ¿Disfrutar de los máximos avances en tecnología con una cosmética inmejorable y un servicio al cliente de lo más exquisito es el castigo por pecar mordiendo la manzana?
Pues en ese caso yo... me confieso pecadora y ya he preparado mi alma para vivir eternamente en un purgatorio de alta tecnología, donde podré controlar la temperatura con una app gratuita y localizar al demonio con el que tenga más afinidad con tan sólo un par de clicks. Así que prepárate Satán que ha llegado la era de la manzana.



Fotografía: Edurne Iza (Datos de disparo: f/16.0  ; 100 ISO)
Texto: Onintza Otamendi Iza

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La Foto de la semana 14-03-2015: "La exposición"

Había esperado aquel momento toda su vida. Desde niño había acudido a todas las exposiciones posibles. Pintura, escultura, fotografía. Sintió la llamada del arte mucho antes de tener conciencia de ello. Rodeado de obras de diversas disciplinas y artistas se sentía feliz. Notaba manar su creatividad por cada uno de los poros de su cuerpo. Encontraba inspiración en el resultado de la inspiración de otros artistas. Se prometió a sí mismo que algún día cientos de personas harían cola para ver su obra, tal y como él hacía para disfrutar la de tantos otros. Artistas consagrados todos ellos, pero algún día él también lo conseguiría. Realizó todo tipo de trabajos de medio pelo que le permitieron subsistir y enfocar sus energías a su verdadera pasión. No le importaban las comidas frías de lata, ni el frío del invierno. Ignoraba a todos aquellos que le consideraban invisible, incontable, incoloro e insignificante porque su propósito en la vida iba mucho más allá. La vida en sí carecía de importancia si al final de las vías el tren se detenía en la estación correcta. 
Pasaron décadas hasta que su sueño se cumplió y su obra se expuso en una de las galerías más prestigiosas del país. Sus penurias por cumplir sus anhelos le llevaron a la miseria extrema y pereció fruto de una neumonía en un invierno algo más duro de lo normal. Había esperado aquel momento toda su vida, pero el momento llegó pocos meses después de su muerte. 

Este es un tributo a todos los seres humanos, artistas o no, que dedican cada segundo de sus vidas a cumplir sus sueños. 


Fotografía: Edurne Iza (Datos de disparo: f/2.0 ; 1/60 ; 400 ISO)
Texto: Onintza Otamendi Iza

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