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La Foto de la semana 08-06-2014: "Contrapposto"

 
Contrapposto o chiasmo es un término italiano que designa la oposición armónica de las distintas partes del cuerpo de la figura humana, lo que proporciona cierto movimiento y contribuye a romper la ley de la frontalidad.
Se usa en la escultura para dar sensación de movimiento. Una de las piernas está fija en el suelo y la otra se adelanta, los brazos hacen lo propio, mientras la cabeza mira hacia un lado simulando un paso.
Fue el escultor Policleto quien lo puso en práctica en obras como el Doríforo, influyendo mucho en las escultura del Renacimiento (por ejemplo, en el David de Miguel Ángel). Básicamente consiste en representar a la figura humana con una pierna ligeramente flexionada, con lo que la cadera del lado opuesto aparece más elevada, al igual que el hombro de ese mismo lado está a menor altura que el contrario, lo que da lugar a que la figura describa una ligera curva y contracurva (una S) en su recorrido vertical. El escultor griego del siglo IV a. C. Praxíteles practicó un contrapposto muy particular y elegante que fue denominado “curva praxiteliana”.
En pintura también se puede encontrar, siendo uno de los ejemplos más célebres la Leda y el cisne de Leonardo.
Fotografía: Edurne Iza
Fuente:http://es.wikipedia.org/wiki/Contrapposto
Puedes descargarte esta fotografía libremente. Restricciones: venta y/o el uso lucrativo de la misma. No olvides que toda obra pertenece a su autor, haz un buen uso de ella.

La foto de la semana 23-02-2014: Arte público

El arte público son trabajos de arte en cualquier medio, planeados y ejecutados con la intención específica de la localización, o para el dominio público, generalmente exterior y accesible a todos (ejemplo: el grafiti, o arte callejero). El término es especialmente significativo dentro del mundo del arte, como una práctica de funcionamiento particular, a menudo con implicaciones de arte en un lugar específico, para que la comunidad pueda colaborar en su trabajo. El término a veces también se aplica para incluir cualquier obra que se exhiba en algún espacio público, incluyendo edificios públicos accesibles.
El arte público ha sido desde hace tiempo una parte relevante del desarrollo de las artes en varias partes del mundo y en diversas épocas. Empezando por las catedrales góticas de la edad media. La relevancia del arte público hoy en día se da, como una lucha entre la estancia del arte en sus antiguos establecimientos: museos, galerías, salones privados, etc. Sin que sea posible el disfrute de ellos por el resto de la sociedad.
El arte público se ha caracterizado por poseer una gran fuerza política, esto es básico, pues al ser y estar destinada a un espacio público, se convierte en una práctica política.Seguir leyendo: 

Fotografía:Edurne Iza  Detalle de escultura.Paseo marítimo de Platja d'Aro, Girona
Documentación: Onintza Otamendi


La Foto de la Semana 16-06-2013: "Tras la pista de un crimen"


No entendía nada. Estaba frente a la entrada principal de lo que no me cabía la menor duda, era una exposición de escultura. Miraba y remiraba el pedazo de papel en el que Gutiérrez había manuscrito la dirección. Luego dirigía la vista hacia el anuncio de la exposición e intentaba vincular de algún modo la relación que la famosa autora nacida en Barcelona pudiera tener con los hechos que estábamos investigando. Tras unos minutos de confusión, en los que los visitantes que accedían a la muestra me miraban de reojo intentando comprender que hacía allí en medio ensimismada ante una nota, comprendí que la pista que el comunicante anónimo había ofrecido con tanta generosidad a mi compañero, era el edificio en sí. Los arcos, las plantas, los juegos de luces y sombras... Presentía que estábamos cerca. Avancé con sigilo y accedí al interior por la puerta principal. Al fondo se escuchaba el eco de los pasos y las voces de los visitantes de la galería. Hasta mis oídos llegaban las expresiones de halago y admiración por la obra de la artista, mientras yo me esforzaba por aislar esos sonidos y escuchar, como decía uno de mis maestros, el alma del edificio. Sin saber exactamente el motivo, tenía la certeza de que aquellas paredes de piedra y los escalones de madera que había comenzado a descender, escondían las piezas que le faltaban a nuestro puzle para ser completado. La luz era mucho más tenue en el sótano, así que me detuve para que mis ojos se acostumbraran a la nueva situación. Tenía el corazón desbocado y todos los músculos en tensión. Deslicé la mano por la parte trasera de mi pantalón y liberé la Heckler & Koch que llevaba camuflada en la cintura.  La sujeté con ambas manos, extendí los brazos con el dedo en el gatillo y avancé con pasos cortos e intentando asegurarme de que no dejaba ningún rincón sin inspeccionar. Los techos abovedados y la decoración recargada con tapices, armaduras y lámparas de mil lágrimas de cristal que proyectaban sus reflejos contra paredes y techos no me ayudaban demasiado, pero intenté conservar la calma. Una sombra se deslizó con rapidez al fondo de la sala. Los cristalitos de la lámpara chocaron unos contra otros emitiendo un sonido escalofriante que anunciaba que había llegado el momento de la acción. La sombra se detuvo, pero podía escuchar ahora su respiración agitada por el miedo.

-¡Salga con las manos en alto! -como única respuesta, un largo y angustioso silencio- Sabemos que ha sido usted quien ha envenenado a los niños. Acérquese con las manos donde pueda verlas y explíqueme por qué. Si ha sido un accidente estoy segura de que encontraremos una solución. Vamos, no empeore las cosas. Sólo quiero ayudarle.

El discurso estereotipado de telefilm policíaco había vuelto a fallar, no me sorprendía. La respiración sonaba cada vez más fuerte y de pronto la armadura que tenía a mi derecha se deshizo en medio de un estruendo que retumbó en todo el edificio, vi como la puerta trasera se abría dejando entrar un cuchillo de luz y alguien salía atropelladamente por ella. Me lancé a su persecución y en pocos segundos me encontraba lo suficientemente cerca como para abalanzarme sobre el sospechoso. Lo inmovilicé en el suelo y cuando giré su cuerpo para verle la cara, sólo atiné a balbucear:

- ¿Señora Rocamuro?
- ¡Esos pequeños bastardos merecían morir! -espetó antes de caer en un estado de semiinconsciencia fruto, a todas luces, de la tensión del momento-.

Efectivamente, llevábamos meses tras la pista de alguien que había envenenado a una clase completa de un colegio de primaria. Veinticinco niños de entre siete y ocho años habían resultado intoxicados sin que los investigadores pudieran determinar el origen de la letal sustancia. Veinticuatro de ellos perecieron durante los tres primeros días y sólo uno consiguió recuperarse tras permanecer casi quince días en el hospital. Cuando estaba a punto de arrojar la toalla, mi compañero Gutiérrez recibió una llamada anónima indicando la dirección donde supuestamente encontraríamos al asesino. Allí atrapé, como ya sabéis, a la señora Rocamuro. La profesora de artes plásticas del colegio. La habíamos interrogado en numerosas ocasiones y nunca hubo ni la más mínima señal que nos hiciera pensar en ella como sospechosa. En su confesión, relató como los niños unos días antes de los hechos, habían desobedecido sus instrucciones y se habían burlado de la leve cojera de su pierna izquierda. Más tarde descubrimos sus antecedentes psiquiátricos y una interminable lista de incidentes similares bajo otras tantas identidades, de los que había conseguido milagrosamente salir indemne.

Aquella noche, frente a un delicioso plato de spaghetti y un buen vaso de vino tinto, me sentí aliviada porque el caso de los niños envenenados estaba resuelto y sin embargo aún quedaba algo por comprender... ¿Quién había realizado la llamada anónima?.


Fotografía: Edurne Iza
Relato: Onintza Otamendi Iza
Puedes descargarte esta fotografía libremente. La única restricción es su venta y/o el uso lucrativo de la misma. No olvides que toda obra pertenece a su autor, haz un buen uso de ella. Este texto es ficción y cualquier mención o relación con lugares y personajes reales, no es más que un instrumento de ambientación de la trama.