La Foto de la Semana 01-02-2015: "Gandalf"


Gandalf es un personaje ficticio perteneciente al legendarium del escritor británico J. R. R. Tolkien. Es uno de los principales personajes de las novelas El hobbit y El Señor de los Anillos, aunque también aparece en El Silmarillion, donde se narran sus orígenes. Es conocido por muchos nombres en la Tierra Media; según sus propias palabras: «Mithrandir entre los elfos, Tharkún para los enanos; Olórin era en mi juventud en el Oeste que nadie recuerda, Incánus en el Sur, Gandalf en el Norte; al Este nunca voy».
Es un istar (‘mago’), uno de los espíritus maia enviados a la Tierra Media durante la Tercera Edad del Sol para ayudar a sus habitantes en la lucha contra el «señor oscuro» Sauron. Allí adoptó el aspecto de un anciano de barba luenga y de color blanca grisácea, vestido con una gran capa gris, un sombrero puntiagudo de color azul y un gran cayado.
Gandalf es considerado junto a Merlín como el estereotipo del mago de la cultura occidental
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 En la mitología nórdica, Gandalf es un Dvergr (enano), que aparece en el poema Völuspá de la Edda poética.1 El nombre deriva de las palabras en nórdico antiguo gandr (vara) y álfr (elfo), es decir, un espíritu protector que esgrime una vara, tal vez una varita mágica. Cf. lat. "gandus", esp. "gandul".
En sus obras ficticias, J. R. R. Tolkien nombró a su mago Gandalf por el Dvergr.



Fotografía: Edurne Iza. Puerto de Amsterdam  (Datos de disparo: f/8.0 ; 1/250 ; 200 ISO)

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Gandalf
             http://es.wikipedia.org/wiki/Gandalf_%28mitolog%C3%ADa%29
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La Foto de la Semana 25-01-2015: "Por primera vez"


Lo habían conseguido. María y Elena. Como tantas otras mujeres sexagenarias, eran invisibles. Nombres normales y vidas corrientes. Se casaron jóvenes, tuvieron hijos, los criaron, éstos se independizaron, soportaron unas cuantas infidelidades de sus maridos, algún que otro grito por protestar o por tener la osadía de aspirar a una vida plena con más reconocimiento que el mero "gracias mamá, la cena estaba muy buena" o el "ponme más que tengo hambre". Sus vidas establecidas según las normas de la sociedad transcurrieron sin mayores sorpresas. Siempre hicieron lo que se esperaba de ellas, incluso al enviudar, mantuvieron un riguroso respeto a sus fallecidos esposos durante más de un año, en el que no se permitieron apenas sonreír o disfrutar de actividades sociales. En sus tardes de solitarios pensamientos se hicieron compañía. Descubrieron que a pocas manzanas de distancia, sin apenas haber intimado en tantos años, habían tenido vidas paralelas. De hecho, llegaron a la conclusión de que la mayoría de las mujeres que les rodeaban habían tenido las mismas vidas que ellas. Y de ese modo copita de jerez tras copita de jerez y mano de mus tras otra, Elena y María se hicieron amigas y decidieron compartir cada tarde una primera vez. Así, por primera, vez fueron al fútbol. Por primera vez vieron borroso el amanecer tomando chocolate con churros después de una noche de fiesta y alcohol. Por primera vez ligaron en una discoteca y amanecieron junto a un hombre que no se tiraba pedos. Por primera vez pidieron comida china de entrega a domicilio y la comieron con palillos desechables directamente de los recipientes de cartón, igual que en las películas americanas. Por primera vez se fueron de compras juntas y como dos quinceañeras adquirieron dos paraguas iguales y de color morado como símbolo de su hermandad. Por primera vez... Descubrieron lo que era vivir sin pasar cuentas a nadie. 
Jugaban cada semana a la quiniela y un día acertaron un pleno al quince. Así que por primera vez, tomaron sus dos paraguas iguales y morados y se fueron de viaje a recorrer todas aquellas ciudades que siempre habían soñado visitar.



Fotografía: Edurne Iza (Datos de disparo: f/2.0 ; 1/250 ; 200 ISO)
Texto: Onintza Otamendi Iza

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La Foto de la semana 18-01-2015: "Un fuerte aplauso para los caricaturistas del mundo"

Tener la capacidad de reírse de uno mismo es saludable. Exagerar aquello que nos hace especiales es un modo de reconocer precisamente eso, lo que nos hace diferentes a otros grupos humanos. Una nariz pronunciada, un acento marcado e identificativo de un país en concreto, un gusto alimenticio y sí, por qué no, también temas más personales como creencias religiosas, inclinaciones sexuales o políticas. Por ello, el oficio de caricaturista es y será imprescindible en nuestra sociedad, porque nadie, bajo ningún concepto o circunstancia, debería jamás olvidar que aquello que como seres humanos nos representa y distingue de los demás no nos da el derecho a sentirnos por encima del resto. Políticos, representantes religiosos, personalidades del cine o la música y ciudadanos de a pie. Cada uno de nosotros es único y especial, es cierto, pero dentro de esa exclusividad, todos deberíamos tener los mismos derechos fundamentales. Así pues, sonriamos ante una caricatura y aplaudamos al artista capaz de captar y plasmar esa esencia única impresa en nuestro ADN.




Fotografía: Edurne Iza (Datos de disparo: f/4.0 ; 1/250 ; 200 ISO)

Texto: Onintza Otamendi Iza
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La Foto de la semana 11-01-2015: "Sobre ruedas"


Arranca un nuevo año. Tenemos la mente llena de nuevas y mejores intenciones y propósitos que el año anterior. Doce meses para cumplirlos o trescientos sesenta y cinco días para fustigarnos por no haberlo hecho. En realidad algunas de esas promesas que nos hacemos cada principio de calendario, se repiten una y otra vez. Son como uno de esos coches antiguos que perviven aparcados en las calles de nuestras ciudades. Clásicos de la historia conviviendo con el progreso y los nuevos modelos. A pesar de pertenecer a otra época, de ser un retal de otra era, no queremos deshacernos de ellos, porque de algún modo nos han acompañado hasta aquí, en el largo camino de nuestras vidas. ¿Qué sería un inicio de año sin el firme propósito de comenzar a ir al gimnasio, dejar de fumar o hacer dieta?. El Fiat 500L marcó a varias generaciones y al verlo hoy estacionado junto a poderosos vehículos de tecnología alemana, me doy cuenta que a lo largo de todos estos años, sólo ha ganado en glamour, encanto y un exquisito halo de romántica nostalgia. Exactamente igual que todos los buenos propósitos con los que arrancamos cada Enero, aunque rara vez lleguemos a hacerlos realidad.




Fotografía: Edurne Iza (Datos de disparo: f/2.0 ; 1/125 ; 400 ISO)
Texto: Onintza Otamendi Iza
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