Alguna vez he visto uno de esos reportajes de la tele, en los que un intrépido reportero, escudriña en las basuras de los famosos, con la intención de deducir, su estilo de vida o incluso de destapar sus secretos mejor guardados. Con la Foto del día de hoy, pretendemos escudriñar en las basuras de nuestra propia conciencia y poner palabras a las oscuras consecuencias de nuestros actos. Vertemos de forma irresponsable, todo tipo de plásticos, sustancias químicas, papel, pilas... todo ello altamente contaminante. Lo lanzamos en las papeleras y contenedores para acto seguido, darnos media vuelta, como si el problema desapareciera al deshacernos de la bolsa en cuestión. Nada más lejos de la realidad. Es en ese preciso instante, cuando se inicia una imparable cadena de fatídicos acontecimientos. La acumulación constante de gases, provoca que cada vez se vaya atrapando más energía alrededor de la Tierra, y eso desemboca en el progresivo calentamiento de nuestro planeta. Una de las consecuencias de este fatal proceso, es el incremento de la inestabilidad. De ahí, que estemos atendiendo, en un período muy breve de tiempo, a fenómenos naturales tan extremos como sequías radicales en parte del planeta mientras otras, se inundan con lluvias torrenciales. Vivimos en un país, en el que ya hoy en día, más de un tercio de la superficie presenta elevadas tasas de desertización. Por desgracia, no es un proceso fácilmente reversible. ¿Es éste el legado que queremos dejar a nuestros hijos?. Evitemos que los árboles sigan viviendo entre las basuras. No miremos a otro lado, mientras la tierra se cuartea bajo nuestros pies. Nuestra crónica de hoy habrá tenido sentido, si tan sólo un@ de vosotr@s comienza a reciclar a partir de mañana. Cada pequeño gesto, cada aportación individual, contribuye a la salvación de nuestro bello planeta.
Texto: Onintza Otamendi Iza
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