Esta semana, os ofrecemos un amanecer en el Port Vell de Barcelona. Como tantas otras a lo largo del Mediterráneo, es una urbe que vive mirando al mar y por ello, abundan las construcciones que fusionan la arquitectura de la metrópoli con las apacibles aguas marinas. Locales y visitantes disfrutan de esta inmersión en forma de puente, que les permite desafiar los límites de la naturaleza. Se trata de un puente móvil con piso de madera, que flota a muy poca distancia de la superficie y que une una zona de shopping y de entretenimiento con la ciudad, sirviendo al mismo tiempo de separación entre el puerto comercial y el deportivo.
Existen diversas modalidades de puente móvil: levadizo, basculante, plegable, rodante, sumergible, retractable, transbordador...El que nos ocupa, es un puente giratorio cuya particularidad estriba en que se desplazan horizontalmente y en sentidos opuestos ambas mitades de la pasarela, dejando, de ese modo, espacio suficiente para que las embarcaciones amarradas en la zona de recreo del puerto puedan acceder a su interior o salir a alta mar. Dispone de un semáforo y unas barreras que regulan el tránsito de los peatones y está accionado por motores eléctricos por control remoto.
Existen diversas modalidades de puente móvil: levadizo, basculante, plegable, rodante, sumergible, retractable, transbordador...El que nos ocupa, es un puente giratorio cuya particularidad estriba en que se desplazan horizontalmente y en sentidos opuestos ambas mitades de la pasarela, dejando, de ese modo, espacio suficiente para que las embarcaciones amarradas en la zona de recreo del puerto puedan acceder a su interior o salir a alta mar. Dispone de un semáforo y unas barreras que regulan el tránsito de los peatones y está accionado por motores eléctricos por control remoto.
Fuentes consultadas: http://es.wikipedia.org/wiki/Puente_m%C3%B3vil
Foto: Edurne Iza
Texto: Onintza Otamendi Iza
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