Corría el año 2007 cuando tímidamente comenzaron a circular por las calles de Barcelona, unas llamativas bicicletas de color rojo. De pronto, los ciudadanos comenzamos a convivir con una parada más. Teníamos la del autobús, la del metro, las de los taxis, la del Tram… y ahora también la del Bicing. No faltaba la tertulia de sobremesa analizando si la ciudad estaba o no preparada para acoger a la nube de ciclistas urbanos que cada día crecía de forma exponencial; si los usuarios estábamos o no dispuestos a dejar a un lado los coches o cualquier opción de transporte público y sustituirla por los dos pedales. Sin embargo, el Ayuntamiento de Barcelona, basándose en la experiencia de otras ciudades europeas, como Oslo, Estocolmo o Lyon, en las que ya venía funcionando con éxito desde hacía años, decidió implantar este sistema de bicicleta pública... ver más en http://edurneiza.com/pedaleandoporlasostenibilidad.html