Hawaii es el único de los Estados de Norte América que está formado por rocas volcánicas, procedentes de los cráteres que comenzaron a desarrollarse hace más de setenta millones de años. Cada uno de los volcanes que forman las islas Hawaianas erupcionaron numerosas veces hasta lograr que una parte de ellos quedara emergida sobre la superficie marina y crear lo que hoy conocemos como uno de los archipiélagos más atractivos del planeta. Como sucede con los iceberg, tan sólo una pequeña fracción queda visible sobre las aguas.
El más antiguo de Hawaii es Kohala, con más de quinientos mil años de antigüedad y actualmente está clasificado como volcán inactivo, ya que la última erupción se calcula que tuvo lugar unos ciento veinte mil años atrás. La superficie visible de Kohala representa el cinco coma ocho por ciento del territorio hawaiano. El contrapunto nos lo ofrece Mauna Loa o montaña larga, cuyas sesenta millas de largo y treinta de ancho, le hacen abarcar el ochenta y cinco por ciento del territorio de Hawaii. Presenta una elevación sobre el nivel del mar de cuatro mil cien metros, por lo que su cima aparece nevada en invierno. Desde mil ochocientos cuarenta y tres hasta mil novecientos ochenta y cuatro, el Mauna Loa ha entrado en erupción un total de treinta y tres veces y en la actualidad se encuentra en constante observación, ya que los expertos prevén en breve una nueva explosión.
Una de las curiosidades de Mauna Loa, es que se trata de un volcán acorazado. Es una montaña con una generosa inclinación, generada por numerosos y fluidos ríos de lava. Este tipo de volcanes pueden formarse también en otros planetas. El más grande descubierto hasta la actualidad es el Monte Olimpo en Marte, con una elevación sobre la superficie marciana de entre veintidós y veintitrés mil metros.
De regreso al planeta Tierra, a más de cinco mil metros bajo el mar Caribe, en la depresión de Caimán, ha sido descubierto gracias al trabajo de investigación de una expedición científica británica, el volcán más profundo de nuestro mundo. A esa profundidad la temperatura es lo suficientemente elevada como para fundir el plomo y la presión es insorpotable. El fenómeno geológico pudo ser descubierto gracias a un vehículo para inmersiones profundas utilizado por control remoto desde el buque de investigación James Cook. La mayor parte de estos accidentes geográficos sumergidos y descubiertos hasta la actualidad, no se encuentran más abajo de los tres mil ochocientos metros. Teniendo en cuenta que supuso todo un reto tecnológico el acceder a los restos del naufragado Titanic a cuatro mil metros de la superficie, nos encontramos ante todo un desafío para la ciencia.
De regreso al planeta Tierra, a más de cinco mil metros bajo el mar Caribe, en la depresión de Caimán, ha sido descubierto gracias al trabajo de investigación de una expedición científica británica, el volcán más profundo de nuestro mundo. A esa profundidad la temperatura es lo suficientemente elevada como para fundir el plomo y la presión es insorpotable. El fenómeno geológico pudo ser descubierto gracias a un vehículo para inmersiones profundas utilizado por control remoto desde el buque de investigación James Cook. La mayor parte de estos accidentes geográficos sumergidos y descubiertos hasta la actualidad, no se encuentran más abajo de los tres mil ochocientos metros. Teniendo en cuenta que supuso todo un reto tecnológico el acceder a los restos del naufragado Titanic a cuatro mil metros de la superficie, nos encontramos ante todo un desafío para la ciencia.
Foto: Edurne Iza
Texto: Onintza Otamendi Iza
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