A veces pienso que la vida es una infinita consecución de incógnitas. De preguntas abiertas cuyas respuestas tardan en llegar tanto tiempo como los acontecimientos en desarrollarse. Nos vemos obligados cada día a tomar decisiones. Unas trascendentales y otras por completo banales. Pero siempre con una visibilidad limitada. Es como si se nos permitiera ver el futuro a través de una puerta semi entornada. Podemos ver pequeños retazos de mañana, pinceladas de eventos que con la información de que disponemos en la actualidad imaginamos o suponemos que van a acontecer. Sin embargo, cuando pretendemos acercarnos a esa realidad virtual que sólo existe en nuestro cerebro, debemos decidir y avanzar en nuestras vidas con información limitada. A menudo deseamos conocer la respuesta adecuada a nuestras incógnitas vitales. Si pudiera ver el mañana... Pero no. Si pudiera ver el mañana, mi existencia no tendría sentido, porque la aventura de vivir es una fotografía en blanco y negro que cobra color a cada paso que damos, es un libro sin palabras en el que vamos escribiendo día a día. Así que cierra los ojos y atrévete a vivir.
Fotografía: Edurne Iza (Datos de disparo: f/2.0 ; 1/125 ; 400 ISO)
Texto: Onintza Otamendi IzaPuedes descargarte esta foto libremente. La única restricción es su venta y/o el uso lucrativo de la misma. No olvides que toda obra pertenece a su autor, haz un buen uso de ella.
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