El mismo recorrido cada mañana, día tras día, durante más de veinte años. El mismo empedrado, la misma visión en el horizonte. A veces con lluvia, otras con sol. Amaneceres helados, atardeceres rasos. Diez horas de trabajo alienante en una fábrica, o en una oficina o quizá al aire libre recogiendo papeles del suelo o podando los árboles de un parque. Pequeñas gotas de agua en el torrente imparable de la vida. Microscópicos corpúsculos en el universo de lo aceptable, de lo establecido, de lo orquestado por quienes con piadoso egoísmo nos dictan lo que es correcto. Lo que debemos hacer... Por una vida mejor.
Fotografía: Edurne Iza (Datos de disparo: f/11.0 ; 1/500 ; 200 ISO)
Texto: Onintza Otamendi IzaPuedes descargarte esta foto libremente. La única restricción es su venta y/o el uso lucrativo de la misma. No olvides que toda obra pertenece a su autor, haz un buen uso de ella.
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