En los últimos tiempos "No" se ha convertido en una palabra de moda. Comenzó la desaparecida Amy Winehouse con el pegadizo estribillo de su hit "Rehab" ¿Quién no ha canturreado alguna vez el archirrepetido tintineo del no, no, no?. Sin embargo, dejemos a un lado el alcohol y los excesos que la arrastraron a una muerte prematura. Tenemos hoy en día sobrados motivos para decir No. NO con mayúsculas y en negrita. Ene y O, no. Ojalá existiera una clínica de desintoxicación para políticos y banqueros. Un lugar donde fuera posible devolver cordura y honradez ¿Dónde ha quedado el tan manido Estado del Bienestar? Ya nadie lo menciona.
No contentos con implementar soluciones astringentes, recortes salvajes y medidas que sólo nos llevan a un decrecimiento que recuerda al hundimiento del Titanic, inundan, nunca mejor dicho, los medios de comunicación con noticias pesimistas, augurios catastróficos que todavía contraen, más si cabe, el consumo. Aterrorizan a la población y paralizan la creación de empresas, empleo y en definitiva el avance de la economía. Cito a continuación algunos de los noes que invaden el espíritu de todo un continente:
- No queremos ser mano de obra cualificada a precio de saldo
- No queremos que nuestros mayores vivan en la indigencia
- No queremos que nuestros hijos asomen la cabeza a un mundo sin esperanza
- No podemos permitir que las generaciones venideras no tengan medios para cursar estudios superiores
- No podemos dejar de invertir en investigación y desarrollo
- No debemos disminuir las ayudas sociales, las prestaciones por desempleo, las políticas medioambientales, las subvenciones a guarderías, a monitores de enseñanza especial...
Podría llenar muchas páginas con todo lo que No podemos, debemos ni queremos aceptar y sin embargo, poco podemos hacer, al margen de continuar luchando como si hoy fuera el primer día de nuestra nueva vida. Por eso, hace ya algún tiempo que decidí que mi estado de ánimo no se viera influenciado por una serie de medidas impuestas y que la mayoría de los ciudadanos no compartimos y por ello desde este espacio semanal para la reflexión, hoy queremos decir que:
- No hay lugar para el desánimo
- No tenemos tiempo para lamentaciones
- No aceptamos excusas baratas
Y sobretodo...
- NO VAMOS A RENDIRNOS
Foto: Edurne Iza
Texto: Onintza Otamendi Iza
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